Asunción, IPParaguay.- “En Paraguay la epidemia cada vez afecta más a las personas jóvenes”, subraya la Asesora de VIH y sida del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Patricia Aguilar, al referirse a la situación actual de este en el país.
La asesora recordó que, según las últimas cifras oficiales brindadas por el Programa Nacional de Control de las ITS-Sida (Pronasida), 4 de cada 10 personas que adquirieron el VIH tienen entre 15 y 29 años.
¿Cómo nos posiciona esto en relación a los otros países del Mercosur? Aguilar responde que “si bien en Paraguay el número de personas que se estima vive con la infección es menor comparativamente a Argentina, Brasil o Uruguay. Ahora bien, el porcentaje en relación a la población general de nuestros países es prácticamente igual, pero lo que nos debe alertar a nosotros como Paraguay es que el registro de nuevos casos sigue en aumento”.
Esto nos da la pauta de que de ninguna manera estamos en un terreno auspicioso, sino que más bien es preciso tomar las medidas necesarias hoy, a fin de tener mejores resultados a futuro.
Acorde a la información oficial, la epidemia permanece concentrada con una prevalencia estimada de 0,59% en la población de 15 a 49 años, según la gacetilla de prensa de UNFPA.
Respecto a este punto, se observan tres fenómenos preocupantes. “Primero la heterosexualización de la epidemia. Segundo, la feminización, puesto que actualmente se diagnostica a 2 mujeres por cada 3 varones; y la tercera es, justamente, la afectación de la población cada vez más joven”, sostiene Aguilar y dice que de las 861 personas infectadas el año pasado, entre los meses de enero y octubre, 350 son jóvenes de entre 15 y 29 años de edad, y 340 tienen entre 30 y 44 años.
Lo más complicado es que si se tiene en cuenta las proyecciones de Pronasida, en los próximos diez años en Paraguay tendríamos 10.000 nuevos casos de personas infectadas con el virus del VIH. “Por esto es que desde el UNFPA insistimos en la prevención, en la educación y en la realización de acciones estratégicas dirigidas a niños, niñas, adolescentes, jóvenes y particularmente mujeres”, afirma y apunta que socialmente debemos involucrarnos todas las partes, pues desde hace mucho tiempo ya que se ha demostrado que esta epidemia involucra cada vez más a personas heterosexuales, desmitificando que se trate de un problema aislado o únicamente de personas homosexuales.
Uno de los asuntos clave es el poder llegar a niños, niñas, adolescentes y jóvenes que no son captados por el sector formal educativo, a través de campañas, acciones vivas, educación entre pares y que para ello “debemos invertir en recursos humanos y financieros destinados a esta estrategia”.
No obstante, apunta, que un tema también fundamental será avanzar en la formalización de la educación integral de la sexualidad en las escuelas y colegios. “Hablar claramente, brindar información pertinente, oportuna y en un lenguaje amigable es un trabajo necesario y que debemos fortalecer día a día”, finalizó la especialista del Fondo de Población.
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